Las camillas de rescate en montaña son el equipo salvavidas que agarras cuando cada paso en la pendiente se siente inestable. Parecen simples, pero esconden una cantidad enorme de tecnología que evita que los excursionistas heridos sean sacudidos.
Diseño y construcción
El peso importa cuando estás trepando curvas empinadas, por lo que la mayoría de las camillas utilizan materiales resistentes pero ligeros. El aluminio es un favorito porque repele la oxidación y sigue siendo lo suficientemente estrecho para deslizarse entre líneas de árboles.
Los marcos de fibra de carbono aportan una relación loca entre resistencia y peso, lo que significa que uno o dos rescatistas pueden transportarla durante millas sin sentirse atados a un boulder.
Las camillas de rescate también combaten los temblores de volcamiento con un centro de gravedad bajo; imagina una mesa inclinada en una pendiente. Las correas ajustables abrazan al paciente en lugar de apretar, para que las costillas rotas no reciban un segundo entrenamiento durante el traslado.
Características funcionales
Un gran camillero es un camaleón en el terreno, cambiando de grava a nieve a madera inestable sin perder el ritmo. Los patines desplegables o las correderas ajustables permiten que el mismo marco deslice sobre rocas sueltas y atraviese el lodo.
Las camillas de rescate en montaña a veces rodan sobre ruedas grandes y duraderas que se burlan de los senderos rocosos, los bancos de nieve y el lodo espeso. Cuando la caminata se pone demasiado estrecha, esas ruedas se desenganchan o se pliegan, permitiendo que el equipo transporte la unidad a mano. Para bajadas empinadas o acantilados verticales, algunas camillas se enganchan directamente a un sistema de polea y cuerda, permitiendo a los rescatadores bajar o elevar al paciente sin apuros.
Muchas de estas camillas incluyen características de absorción de impacto que suavizan cada bajada y golpe. Ese cojín es muy importante para cualquier persona que pueda tener la columna dañada o huesos rotos. Con los golpes suavizados, el descenso de la montaña se siente mucho más seguro y un poco menos brutal.
Operar una de estas camillas no es un trabajo de tomar y salir; necesita práctica. Los miembros de la tripulación deben aprender a unir las partes rápidamente y determinar la manera más segura de sujetar al paciente, basándose en sus lesiones y el terreno por delante. Todo el equipo debe moverse en perfecta sincronización, ya que titubear o tropezar mientras se lleva una camilla puede empeorar una situación difícil.
En resumen, la camilla de rescate en montaña es más que madera, metal o plástico; es un salvavidas cuidadosamente diseñado que requiere habilidad, trabajo en equipo, y sí, unos cuantos nervios de acero.
El diseño del helicóptero, los dispositivos a bordo y el conocimiento práctico de los pilotos trabajan juntos para sacar a los excursionistas del peligro cuando llega una tormenta. Para cualquier equipo serio de rescate en montaña, esa máquina giratoria es más que un lujo; es parte del plan de supervivencia.