La llegada de las camas hospitalarias eléctricas ha mejorado el confort de los pacientes con la atención médica ofrecida y ha alterado la gestión de los pacientes en los hospitales. Las modernas camas hospitalarias eléctricas, a diferencia de las camas convencionales, tienen ajustes automáticos simples para pacientes en diversos niveles de instalaciones de salud. Los cuidadores ahora pueden usar controles eléctricos para elevar la cama, lo que mejora la movilidad de los pacientes discapacitados y permite la posición prescrita de los pacientes.
Las camas hospitalarias eléctricas proporcionan un mayor confort para los pacientes. Las camas manuales antiguas requerían un esfuerzo físico considerable por parte de los cuidadores, quienes inevitablemente atendían a todo un grupo de pacientes en dolor o recuperándose de una cirugía. El uso de brazos robóticos y ayudas eléctricas facilita el acceso a diferentes posiciones de manera más fácil, lo que equivale a menos estrés en la piel y menor desarrollo de escaras en algunos pacientes. Los pacientes pueden adoptar cualquier posición que les permita relajarse, comer o participar en diversas actividades restaurativas sin obstáculos.
Además de proporcionar comodidad a los pacientes, las camas hospitalarias eléctricas cuentan con funciones diseñadas para la seguridad de los pacientes durante su estancia. La mayoría de los modelos vienen con protectores laterales que se pueden subir y bajar cómodamente según sea necesario para la seguridad y el fácil acceso. Otros modelos vienen con alarmas integradas que notifican a los cuidadores cuando un paciente intenta salir de la cama. Todas estas características son muy beneficiosas para los pacientes ancianos u otros pacientes que sufren de trastornos mentales, para que reciban los cuidados y protección necesarios.
Además, las camas eléctricas en el hospital aumentan la productividad del personal de salud. Con la capacidad de elevar o bajar la cama a la altura y posición deseadas con el simple toque de un botón, los cuidadores no tienen que gastar tanta energía levantando y girando a los pacientes físicamente. Esto aumenta la productividad no solo en los hospitales y centros de cuidado, sino que también reduce la probabilidad de lesiones en el personal. No hay duda de que existe un cambio positivo en el sistema de atención médica que mejora la manera en que los cuidadores pueden atender a los pacientes.
Dado el aumento en la productividad y el alcance de la tecnología, se espera que el sector de la salud invierta en camas hospitalarias eléctricas avanzadas. Actualmente se están desarrollando camas hospitalarias más inteligentes que monitorean los signos vitales del paciente e interfaz con los Registros de Salud Electrónicos (EHR, por sus siglas en inglés). Estos avances permiten proporcionar cuidados y reaccionar a cambios en la condición de un paciente de manera más proactiva y eficiente. Además, el énfasis emergente en el tratamiento centrado en el paciente cambia el foco hacia la seguridad y comodidad, lo que coloca las camas hospitalarias eléctricas en primera línea de la atención médica moderna.
En resumen, las camas eléctricas aumentan el nivel de cuidado y comodidad mientras mejoran la experiencia general del paciente. Su nivel de comodidad, seguridad y eficiencia las hace indispensables en todas las instalaciones de atención médica. En cuanto a las camas hospitalarias eléctricas, el panorama es positivo; ya que estas probablemente reducirán aún más las preocupaciones sobre los resultados del paciente y la calidad de la atención proporcionada.